Y si, lo reconozco. Hay dos cosas que no se dicen, nadie las dice... yo no las digo, mi mamá no las dice, todas las mujeres con quienes tomé mate o birra en mi vida tampoco las dicen, y creo que como es lunes y uno todos los lunes se replantea empezar bien la semana y hacer todo lo que termina no haciendo, las voy a decir.
ME GUSTA ROMPER LAS PELOTAS Y ME GUSTA SUFRIR
Momentos para romper las pelotas, hay muchisimos. Que no me llamaste, que no me decís mas eso que me decías, o por lo menos no como lo hacías antes.. Que sabés que yo al mate no le pongo azúcar. Que todavía guardas esa cartita que te regalo Marcela hace 6 años nose para que. Que salís poco con tus amigos, o salís un montón. Que tenés las manos frías. Que me acariciaste el pelo pero me despeinaste. Que pareces cortado. Que como que qué me pasa??? A mi me gustaba de membrillo y no de batata. Que si, ya se, que quedamos que este tema estaba terminado, pero a mi no me cierra eso de... Que yo si fuera vos me levantaría mas temprano. Que que que que bastaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
El motivo por el cual hacemos todo esto es muy sencillo. Queremos que nos den bola!! (pero no mucha, sino nos dan mas motivos para quejarnos...)
Sufrir... La RAE propone dos sinónimos de sufrir; aguantar y tolerar. En algún lugar de nuestras perturbadas mentes (algún historiador debería explicarnos el porque) creemos que sufrir, aguantar y tolerar son parte de ser mujer. Entonces sufrimos, aguantamos y toleramos por nosotras, nuestras madres, abuelas y hermanas, nuestros hijos, nuestros maridos, nuestros amigos, y dejamos algún rato muy culposo del jueves para sufrir por la hija del verdulero que muy preocupado nos comentó el otro día, sobre el kilo de tomates perita, que está un poco floja en el análisis sintáctico.
Que me gusta de sufrir... depende el sufrimiento per se. Muchas veces uno se mira caer las lágrimas frente al espejo y piensa: como no lo conquisté llorando?
A ver.. ordenate Petisa... Sufrir desahoga, pero también nos pone en un lugar absolutamente fantástico para romperles las pelotas a alguien. COMO, NO VAS A LAVAR VOS LOS PLATOS HOY????? NO VES QUE ESTOY SUFRIENDO????????
lunes, 23 de mayo de 2011
miércoles, 18 de mayo de 2011
taxi 01
Hoy cargaba cuatro diccionarios y el manual de Buonocore en la mano izquierda mientras con la derecha trataba de sostener 1,25 para pagar el colectivo sin que se me caiga el teléfono que estaba cuidadosamente sostenido y contenido por mi oreja y hombro (que ya peleaba con los cuatro kilos diarios que carga la cartera) cuando mi cabeza fue invadida por un pensamiento liberador, conformador y... m... (a ver palabras que riman con dor y que tengan algo que ver con el tema aparezcan ya!) ¿acogedor?: Ya fue, me tomo un taxi!
Como pude estiré el brazo en el medio (o mejor dicho el cuarto que nos dejó Mauri) de Juan B. Justo y esperé que "algo" pare. Y digo "algo" porque estoy tan descreída con el Metrobus como de los taxis de esta ciudad del terror que nunca se sabe a que dimensión te pueden transportar. Algunos metros adelante mío, paró mi taxi. Me desplomé en el asiento. No había terminado de decir Gaona y Espinosa cuando este buen hombre, a quien de ahora en mas llamaremos Enfermo Mental, o simplemente EM para abreviar, arrancó. O despegó mejor dicho. Miró el relojito del taxi, marcaba exactamente 661,61$ WTF TACHERO DEL ORTO NO TENGO 60 CENTAVOS PARA DARTEEE. Bueno, le mentí. 60 centavos tenía, 600 pesos jamás. Arreglamos hacer el viaje por 12 pesos, no me pareció mal y decidí concentrarme mas en llegar viva a destino que en perder unos pesos en el camino. De fondo hablaba en la radio Matías Martin, o alguno que sonaba parecido, pero la música ambiental mas bien eran un monton de bocinas de todos los autos que EM se empecinaba en rozar y gritos de flacos en motos que agitaban sus brazos al ritmo de EM como podes manejar así! y no me permitían escuchar bien. Confieso que en el medio del pánico, por dentro sonreía.
Finalmente, aterrizamos en Gaona. Juuusto justo cuatro cuadras después de Espinosa. Muy correctamente, como corresponde a una dama que viaja completamente cargada y en un auto desconocido, manejado por un desconocido, que la puede llevar a cualquier lado con solo proponerseló, le expliqué que nos habíamos pasado, que para retomar doble en la esquina de Plaza Irlanda hacia la izquierda. Y el Enfermo Mental responde que no. Que a la izquierda ahora no se va a tirar que lo van a reputear etc etc y agrega buscando una mirada cómplice por el espejito y pegando un volantazo hacia la derecha: ME VOY A MANDAR UNA AHORA!!!!!!!!
Me bajé dos cuadras antes. Pasé por Gustados y me compré seis de miga para poder tomar mate con las chicas y evitar así el velatorio o las rejas.
Como pude estiré el brazo en el medio (o mejor dicho el cuarto que nos dejó Mauri) de Juan B. Justo y esperé que "algo" pare. Y digo "algo" porque estoy tan descreída con el Metrobus como de los taxis de esta ciudad del terror que nunca se sabe a que dimensión te pueden transportar. Algunos metros adelante mío, paró mi taxi. Me desplomé en el asiento. No había terminado de decir Gaona y Espinosa cuando este buen hombre, a quien de ahora en mas llamaremos Enfermo Mental, o simplemente EM para abreviar, arrancó. O despegó mejor dicho. Miró el relojito del taxi, marcaba exactamente 661,61$ WTF TACHERO DEL ORTO NO TENGO 60 CENTAVOS PARA DARTEEE. Bueno, le mentí. 60 centavos tenía, 600 pesos jamás. Arreglamos hacer el viaje por 12 pesos, no me pareció mal y decidí concentrarme mas en llegar viva a destino que en perder unos pesos en el camino. De fondo hablaba en la radio Matías Martin, o alguno que sonaba parecido, pero la música ambiental mas bien eran un monton de bocinas de todos los autos que EM se empecinaba en rozar y gritos de flacos en motos que agitaban sus brazos al ritmo de EM como podes manejar así! y no me permitían escuchar bien. Confieso que en el medio del pánico, por dentro sonreía.
Finalmente, aterrizamos en Gaona. Juuusto justo cuatro cuadras después de Espinosa. Muy correctamente, como corresponde a una dama que viaja completamente cargada y en un auto desconocido, manejado por un desconocido, que la puede llevar a cualquier lado con solo proponerseló, le expliqué que nos habíamos pasado, que para retomar doble en la esquina de Plaza Irlanda hacia la izquierda. Y el Enfermo Mental responde que no. Que a la izquierda ahora no se va a tirar que lo van a reputear etc etc y agrega buscando una mirada cómplice por el espejito y pegando un volantazo hacia la derecha: ME VOY A MANDAR UNA AHORA!!!!!!!!
Me bajé dos cuadras antes. Pasé por Gustados y me compré seis de miga para poder tomar mate con las chicas y evitar así el velatorio o las rejas.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)